sábado, 4 de agosto de 2012

Así se alimenta la halterófila Lydia Valentín


Lydia Valentín no se complica la vida con la alimentación. No tiene problemas para mantenerse en su peso habitual: poco más de 74 kilos que le sirven para preservar su categoría (-75 Kg) y, según nos ha explicado ella misma, comiendo “de todo y lo más sano posible”.
Lydia no sigue ningún plan nutricional específico ni su dieta está bajo control de ningún especialista, aunque comenta que “intenta seguir los consejos sobre alimentación saludable” que le dan en el CAR“de vez en cuando”.
 Valentín es de Ponferrada pero vive y entrena en Madrid. Está becada por el CSD y su “hogar” habitual es el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de la Residencia Blume. Por tanto, sus menús están sujetos a la oferta del comedor residencial. “Son muy variados y con múltiples opciones para los deportistas”, explica.
Podría sorprender que una deportista que acaba de quedarse tan cerca de una medalla olímpica (se clasificó cuarta en Londres 2012) no siga un plan dietético específico ni unas directrices que le ayuden a seguir una dieta equilibrada y ajustada a sus necesidades, tanto personales como específicas para su especialidad deportiva. Pero Lydia Valentín (27 años, chica portentosa y muy fuerte, 1.69 m 74 Kg) posee tanto sentido común y sensatez que va por buen camino también en lo nutricional.
Sus entrenamientos le permiten adquirir la fuerza y potencia necesarias para ser una extraordinaria halterófila. Por otro lado, una buena alimentación le posibilita preservar su masa muscular, mantenerse sana y recuperar bien de los esfuerzos para lograr un buen rendimiento en cada de uno de sus entrenamientos y competiciones. Con el fin de consumir las dosis de proteínas necesarias que le permiten salvaguardar al máximo su masa muscular, Valentín suplementa su dieta con un batido rico en proteínas, según le ha recomendado su entrenador.
En especialidades como la halterofilia y con deportistas sometidos a una dinámica de entrenamientos muy exigente, como el caso de Valentín, está totalmente justificado recurrir a suplementos proteicos para garantizar el aporte adecuado de proteína.
Hasta la fecha, queda claro que Lydia ha logrado sus objetivos comiendo de una forma variada y con sentido común. Y en realidad, con eso, muchas veces basta, aunque siempre se puede mejorar. La halterófila leonesa reconoce que come poca fruta y verdura y que debería incluir en cada uno de sus ágapes más alimentos vegetales y ricos en fibra. En ello está.
En su día a día, cuando realiza dos sesiones de entrenamiento diarias, Lydia Valentín suele comer lo siguiente:
  • 9 h. Desayuno
Sandwich con queso y jamón de pavo y un zumo de naranja
  • 10 h. Entrenamiento
Bebe agua y/o bebidas deportivas
Finalizado el entrenamiento toma un batido proteico y con carbohidratos
  • 13.30 h. Comida
Un plato de pasta o arroz
Huevo duro
Un filete de carne
Yogur
  • 16 h. Tentempié o merienda
Un puñado ciruelas pasas o frutos secos o 1 plátano o unas galletas
  • 17 h. Entrenamiento
Bebe agua y/o bebidas deportivas
Finalizado el entrenamiento toma un batido proteico y con carbohidratos
  • 21 h. Cena
Verdura o ensalada o legumbres o un plato de pasta o arroz (menor cantidad que comida)
Carne o pescado
Yogur
Ayudas ergogénicas
Como suplementación, y con el fin de garantizar el aporte adecuado de vitaminas y minerales, Valentín toma diariamente un complejo polivitamínico. Y en algunas épocas del año también recurre a algunas ayudas ergogénicas como los Aminoácidos Ramificados -que ayudan en la síntesis de proteína muscular-  y Creatina, un suplemento que aumenta capacidad para realizar ejercicios de fuerza y velocidad de alta intensidad.

"Una buena nutrición no es suficiente para llegar a ser un campeón, pero una mala nutrición sí puede arruinar los sueños de un deportista"